Y si, lo vamos a extrañar...

La verdad es que no suelo escribir este tipo de post... pero dicen que escribir alivia la tristeza. Y en realidad desconozco si hay algo de cierto en eso, pero a veces uno siente simplemente la necesidad de expresar algo que le genera un nudo en la garganta.

Ayer se nos fué un muy querido colega, el Dr. Doménico Aiello. Un excelente profesional, pero por sobre todo, una excelente persona muy querida por sus pares y por sus alumnos.

Teníamos muchos proyectos en curso juntos. Desde que nos conocimos hace un par de años y luego de compartir un café no dejamos que estar en permanente contacto, organizando reuniones científicas, compartiendo información en el blog y participando de manera muy activa y desinteresada en el foro.

Solía ayudarme en cuestiones complejas sobre temas de actuación judicial y contaba conmigo en todo lo relacionado a aspectos tecnológicos en el marco de la informatización de la justicia. Y esto no es menor, porque si hay algo que lo caracterizó es su verdadera vocación de ayudar e integrar a los jóvenes.

Esta semana íbamos a vernos porque estábamos cerrando detalles de la próxima conferencia a dictar en el Consejo sobre inscripción en la Justicia. Se trata de una linda actividad a la que acababa de invitarme para exponer junto a él. Todo un orgullo para mí porque es de esas conferencias multitudinarias que generan muchas expectativas.  

Una verdadera pena todo esto. Doménico fue de esas personas que te abren las puertas cuando muchos otros te las cierran, solo por prejuicios o por intereses creados.  La relación que había nacido entre nosotros, era de verdadera admiración y respeto. 

Ojalá hubiere más colegas y personas como él. No tengo más que palabras de agradecimiento y un sincero deseo de fuerza a su familia para que puedan sobrellevar este triste momento. Se nos fue un grande, y estoy segura que somos muchos los que lo vamos a extrañar.